Psicóloga Contextual


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Cómo afrontar el estrés en época de exámenes

 

Llega final de curso y con él, el agobio y la ansiedad que origina a muchos estudiante el afrontar los exámenes finales, y especialmente cuando son temas tan cruciales y determinantes para su vida académica como selectividad o los exámenes de acceso a grados medios o superiores.

Para poder reducir este malestar podéis utilizar técnicas como la que compartí hace poco en el blog para reducir el estrés a través de ejercicios sencillos que se pueden realizar en cualquier lugar, siempre siendo lo más optimo practicar en nuestro domicilio para tener mejor manejo de la técnica.

Para  reducir el estrés en época de exámenes es imprescindible contar con una planificación de la materia que tenemos que estudiar, ya que en numerosas ocasiones tendemos a dejar para los dos últimos días, incluso la noche antes del examen el temario a estudiar, lo cual solo produce malestar, ansiedad, y una nula adquisición de conocimientos,  por lo que las probabilidades del aprobado son menores. Es cierto que determinadas personas trabajan y estudian mejor bajo presión de tiempo, pero no por ello los resultados van a ser más óptimos.

Lo adecuado es hacer un planing de estudios con un calendario donde aparezcan las fechas de los exámenes,  para después saber con cuantos días contamos para preparar los exámenes. Lo adecuado es realizar durante todo el curso escolar un mínimo de dos horas de estudio a diario para que los conocimientos  se adquieran con solidez y cuando llegue la época de exámenes solo tengamos que repasar con mayor profundidad. Si no hemos llegado a hacer esto y por ejemplo nos queda un mes para empezar los exámenes lo que debemos de hacer es mirar el material que tenemos que estudiar,  por ejemplo, para Filosofía podemos tener que estudiar 5 temas y contamos con una semana de estudio, en función del contenido que tengamos en cada tema podemos distribuir el temario a lo largo de la semana, un ejemplo puede ser un tema por día, quedando el día sexto para repasar.

Tenemos que tener en cuenta un factor que agrava la ansiedad en época de exámenes y son los repasos de última hora. El alumnado tiende a dejar la noche o el día anterior, incluso la misma mañana del examen el repaso,  o quién no se ha encontrado repasando delante de la puerta de su clase 5 minutos antes de entrar al examen. Esta práctica está totalmente desaconsejada porque lo único que produce es una inestabilidad del conocimiento adquirido, ya que estamos en una situación de gran estrés para nosotros, intentando recordar un conocimiento para el cual nuestro cuerpo no está predispuesto a almacenar ya que nos encontramos con mayor ansiedad.   Estos repasos de última hora, son los que crean en numerosas ocasiones que nos quedemos en blanco delante del examen. También lo crea el estudiar únicamente a última hora porque el conocimiento no es sólido y no le ha dado tiempo a almacenarse en nuestra memoria a largo plazo.

A los estudiantes que acuden a consulta me gusta ponerles el ejemplo de que nuestra memoria es como tres grandes almacenes. En un primer lugar tenemos la memoria sensorial que es muy breve, apenas unos segundos, que es el primer almacén donde entra toda la información, y para que pueda llegar a entrar es imprescindible estar atentos  y con la percepción en lo que estamos haciendo, además de una motivación hacia la tarea para que la información se codifique. Tras este almacén la información pasa a la memoria a corto plazo, que es donde la información permanece durante un corto periodo de tiempo. Su capacidad es limitada (7+-2 elementos), y realiza dos funciones. Por un lado, mantiene información en la mente no estando dicha información presente. Por otro lado, puede manipular esa información permitiendo intervenir en otros procesos cognitivos superiores, y por tanto, no es un mero “cajón de recuerdos”. Esta memoria es la que se denomina memoria de trabajo. Y el último almacén es la memoria a largo plazo que nos permite almacenar la información de forma duradera, y la podemos clasificar en memoria implícita y explícita. Dentro de ella encontramos la memoria semántica, en ella encontramos todos los conocimientos que adquirimos a lo largo de nuestra vida.

A continuación os facilito un listado de recomendaciones imprescindibles para manejar esa ansiedad y mejorar nuestro estado físico, cognitivo y emocional en época de exámenes:

-Realizar ejercicio diario para reducir los niveles de ansiedad.

-Respetar nuestras horas de sueño, con un mínimo de 7-8 horas.

-Estudiar a primeras horas del día, tanto de la mañana como de la tarde, ya que nuestra mente está más activa.

-No abusar de bebidas con cafeína como la Coca-Cola, Café, té, etc.

-Mantener una adecuada alimentación, incluyendo alimentos ricos en omega-3 (sardinas, salmón, atún, nueces, calabaza, etc.) que aumenta los procesos de atención.

-No repasar la tarde antes del examen y dedicar ese tiempo a algo de ocio.

-Utilizar reglas mnemotécnicas para acordarnos de datos más complicados.

-Utilizar el calendario y la agenda para distribuir y organizar nuestro horario de estudio de una forma realista.

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María de los Ángeles Calero Serrano

Psicóloga Sanitaria, Perito Forense y Formadora Profesional